Hace unos meses, en mi dominical deambular, por el Rastro, observé un cartel en una almoneda. que decía : EL RASTRO SOMOS TODOS: tradiciones que mantener, por un presente con futuro, colabora con tu firma. Como todo lo que sea, cualquier iniciativa para apoyar, mantener y desarrollar el RASTRO, me parece interesante, me puse al habla con la responsable de la Asociación de Comerciantes Nuevo Rastro de Madrid, que eran los que habían puesto en marcha esa iniciativa. De esos contactos, surgió la idea de colaborar en la pagina Web de la Asociación, aportando mis conocimientos de la historia del barrio y del mercado ambulante del Rastro, pues bien, el trabajo que aquí presentamos, (reducido para no ser exhaustivo) refiere la historia, de uno de los Mataderos más importantes del barrio, y es fruto de un intensa investigación realizada en archivos y bibliotecas. Esta es mi modesta colaboración, con la Asociación de Comerciantes Nuevo Rastro de Madrid.

 

La Casa Matadero del Cerrillo del Rastro (1589-1875)

Todos sabemos que el popular Barrio del Rastro y su conocido mercado ambulante, ha traspasado fronteras, y se ha convertido en una «Marca», como hoy se define a todo lo que es especialmente emblemático. Decía el escritor Luis Carandell que «Las dos cosas más interesantes que hay que conocer de Madrid, son el Museo del Prado y el Rastro«.

También es cierto, que ha existido una fuente de divulgación del Rastro (aunque marcadamente tópica) a través de la literatura, que abrió la puerta al conocimiento del barrio, y encontró un filón de inspiración, como paradigma del casticismo madrileño, en autores como Ramón de la Cruz, José López Silva y Carlos Arniches, estos dos últimos con calle en el propio barrio.

Si buceamos en la historia del barrio, descubriremos que durante los siglos XVI a XIX, las señas de identidad del barrio van a estar, estrechamente unidas a otra actividad, la de los tres mataderos, que estuvieron instalados en la zona, en este trabajo vamos a analizar la historia de solo uno de ellos, de los demás lo haremos en sucesivas colaboraciones.

Fotografía2: Casa matadero Cerrillo del Rastro, plano de Mancelli. 1635

Fotografía1: Plaza del General Vara del Rey, donde estuvo ubicado el matadero del Cerrillo del Rastro.

El edificio que nos ocupa, estaba ubicado en el Cerrillo del Rastro, en lo que actualmente es, la Plaza del General Vara del Rey (ver fotografía 1, a la izquierda) y ya, aparecía representado en el primer plano que se conoce de Madrid, realizado el primer tercio del siglo XVII, conocido como De Witt o Mancelli,1 en donde erróneamente aparece con el nombre de el Rastra (ver fotografía 2, a la izquieda).

También este establecimiento, figura dibujado en todos los planos realizados en los siglos XVII, XVIII y XIX, hasta su desaparición en el año 1836, y su posterior puesta en funcionamiento como matadero de porcino en el año 1853.

Las primeras noticias de su existencia, se encuentran en el A.V.M. en documentos fechados en 1567, del estudio de estas fuentes y de otras posteriores a las que mas tarde me referiré, se podría deducir una hipótesis con muchas posibilidades de ser cierta, que sería:

Durante la primera mitad del siglo XVI, debido a la antigüedad del Matadero Viejo situado sobre lo que después iba a ser la manzana 72 —que comenzaba ya a habitarse— el Concejo iba con toda probabilidad a plantearse la construcción de uno nuevo. El Ayuntamiento iba a tener en cuenta la existencia de una modesta y pequeña casa de propiedad municipal, rodeada de un amplio terreno, situada sobre el Cerrillo del Rastro que ya había sido utilizada anteriormente como anexo del Matadero Viejo, para construir el nuevo edificio, tenemos noticias que nos informan de como pudo suceder esto:

En el A.V.M. existe una voluminosa documentación sobre las reparaciones realizadas en ella., la información más importante es un expediente de contaduría, en el que se da cuenta de la construcción, los arreglos, la tasación y los pagos aplazados, que estuvo cobrando Diego Sillero por realizar la obra, fechada el 22 de diciembre de 1589.

Estos documentos son unas importantes fuentes, que analizadas minuciosamente nos van a aportar interesantes pruebas. El texto comienza con la exhaustiva relación general de una obra, en la que se detallan aspectos del trabajo, el volumen y la categoría de la misma, y donde reconocemos que se trata de la reconstrucción de un edificio que funcionaba en una actividad dedicada al sacrificio de ganado, cuya estructura nos es familiar y que es denominada La casa del rastro.

La documentación refleja diferentes asientos sobre el pago fraccionado a Diego Sillero, desde el año 1589 hasta el año 1592, algunos muy significativos, donde se especifica de qué edificio se trata, y donde está ubicado:

...se libraron a Diego Sillero, alarife de esta Villa setecientos ducados a buena cuenta de lo que ha de hacer de la obra de carpintería, que se ha de hacer en el rastro nuevo junto al matadero… 22 de diciembre de 1589.

…se libraron a Diego Sillero cuatrocientos ducados a cuenta de lo que se le debe de la obra que hizo en la Casa del Rastro de esta Villa. 15 de Junio de 1592…

El expediente nos da una perfecta información, de detalles muy específicos como son la construcción de las columnas de los patios, las portadas y las esquinas de piedra, realizadas por el cantero Pedro de Nave:

…Item. de las cuatro portadas de piedra que el dicho Pedro de Nave hizo para el matadero de esta Villa para el rastro nuevo, que se han de hacer con el las cuatro por esta Villa…

Fotografía 3: Casa matadero del Cerrillo del Rastro, Plano de Teixeira. 1656.

Estos asientos del expediente nos aportan una valiosa información sobre la construcción de importantes detalles ornamentales —pilares, vasas y capiteles— que formaban parte de la arquitectura interior de los patios del edificio (ver fotografía 3 a la derecha). Esta modesta construcción, diseñada por Diego Sillero y en el que años mas tarde, intervendrían importantes alarifes y arquitectos, es un perfecto desconocido. No existen planos de su construcción, ni fotografías del siglo XIX, solo existen algunos dibujos incluidos en distintas cartografías: Marceli o Witt (1635), antes citada, Teixeira (1656) o Hubert Jaillot (1660).

En el Archivo de Villa, existen algunos planos más modernos, estos ya del siglo XIX, del proyecto que se realizó para adaptarlo a matadero de cerdos.

De las representaciones que se hicieron en las distintas planimetrías, la más correcta es la realizada por Teixeira (1656). El diseño menos fiable es el que realizó el cartógrafo francés Hubert Jaillot, y esta incluido en su planimetría. La representación que realizó Jaillot en mi opinión, no es correcta para esa época — mediados del siglo XVII— ya que dibuja el edificio con dos naves centrales, en lugar de una nave como lo representaba Teixeira.

La ampliación a dos naves centrales es muy posible se efectuara en una importante intervención que realizó el arquitecto Pedro de Ribera y supervisó Teodoro Ardemans, a principios del siglo XVIII, quedando su estructura muy aproximada a como aparece en la Maqueta que se conserva en el Museo Municipal de Madrid, realizada por León Gil del Palacio en el año 1830 (ver fotografía 4).

Pero volvamos al recorrido por las fuentes del Archivo de la Villa, que contienen una relación exhaustiva de todas las obras que se realizaron en esta Casa Matadero y en cuyos documentos, siempre aparece la palabra rastro o rastro de la Villa.

A lo largo del siglo XVIII se van a producir múltiples intervenciones en este edificio. De todas ellas existen completos expedientes que sería repetitivo señalar —citaremos algunos— y referir que en varios de ellos, aparece la firma de Pedro de Ribera y en casi todos la firma de Teodoro Ardemans, que había sido ascendido a Arquitecto Mayor del Ayuntamiento, y figuraba en calidad de tal, como supervisor de las mismas.

Este edificio aparece en la celebre Planimetría de Madrid del año 1749. En el aspecto urbanístico, esta perfectamente dibujado y en el aspecto fiscal correctamente inventariado, incluyendo los dos repesos, el de Corte y el de las Carnicerías y también se muestra el terreno vacío situado enfrente denominado erial del Cerrillo del Rastro (ver fotografía 5).

1).- A la Villa de Madrid pertenece este sitio por ser la carneceria, matadero y rastro por lo que no paga carga.
Renta 0 Carga 0
2).- Es el repeso de dichas carnecerias por la Villa; no paga carga por las dichas razones en la antecedente.
Renta 0 Carga 0
3).-Es el repeso de Corte; no paga carga por iguales razones de las anteriores.
Renta 0 Carga 0
4).- Es herial (sic) que llaman el Cerillo del Rastro.
Renta 0 Carga 0

Casa matadero del Cerrillo del Rastro Planimetria de Madrid, 1749En las primeras décadas del siglo XIX. este edificio se va a reconstruir para ser utilizado específicamente como Matadero de Carneros.

En la documentación consultada, del año 1836 se va a cerrar una larga trayectoria de este edificio municipal dedicado a sacrificio de reses y se va a aprobar un cambio de uso, para convertirlo en administración de limpiezas, cuyas obras según oferta presentada en publica subasta, han sido adjudicadas a D. Leandro Martínez.

A partir del año 1836, el edificio va a sufrir un notable abandono, utilizándose para diversos cometidos, uno de ellos será para guardar los útiles de los barrenderos municipales y los carros de limpieza.

Así llegamos al año 1849, en el que la Comisión de Hacienda del Ayuntamiento para hacer frente al déficit que tiene, propone sacar en publica subasta diversos bienes de edificios y fincas de los propios de la Villa, entre los que está la casa que fue, Matadero del Cerrillo del Rastro, el documento dice así:
(Cosido al propio expediente, hay un documento de la comisión de Hacienda que dice):

Habiéndose hecho diferentes observaciones sobre los inconvenientes de enajenar, La Casa del Cerrillo del Rastro, acerca de la cual existe el pensamiento de construirse un matadero de cerdos.. se acordó vuelva con dichas observaciones a la comisión de Hacienda para que en su vista informe con seguridad lo que la ofrezca y parezca. Archivo de Villa,. Secretaria (4-165-2).

En los años siguientes, esta edificio va a tener diversos usos, desde almacén para guardar paja y carros, pasando por cuadras para caballerías, o el chocante destino de prisión ocasional.

En el año 1850, existe un documento que contiene varios expedientes:

Y como remate final, este expediente nos ofrece un curioso documento donde el Corregidor ordena al Visitador General de limpiezas darle un pintoresco uso:

De orden del Sr. Corregidor dará Ud. las ordenes convenientes para que se reciban en el local que fue Matadero del Rastro, ciento cincuenta y ocho presidiarios que llegaran probablemente mañana a esta Capital, 31 de octubre de 1849, Fdo. J. Carrera.

Dos años más tarde, existe un llamativo expediente donde el Ayuntamiento, apremia al celebre político e intelectual D. Pascual Madoz 6 a retirar ciertos enseres que tenía guardados en esta casa:

Expediente de 21 de Mayo de 1852
El Alcalde Corregidor ha dispuesto que dígase al encargado de la Casa del Cerrillo del Rastro desocupe la habitación en que tiene algunas hachas de viento y en la que existen enseres propios del Sr. Pascual Madoz entregando este o su apoderado la llave de dicha habitación.

Al año siguiente, en 1853, se van a ejecutar las obras que van a renovar este edificio, para destinarlo nuevamente a matadero, pero esta vez va a ser exclusivamente para el sacrificio de porcino, y estuvo funcionado como tal, desde 1853 hasta 1861.

Como colofón, conocemos de un brevísimo suelto, fechado el 19 de octubre de año 1875 en el diario La Época, que dice

‘’El solar que ocupaba El Rastro va a convertirse en jardín publico’’.

 

Separata del libro. El Rastro, las fuentes de su origen, historia y desarrollo urbano.

Germán Cano López, investigador.

Categorías: Historia Rastro

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