El perro Paco ya tiene estatua en la calle Huertas de Madrid
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha inaugurado este lunes una estatua dedicada al perro Paco, un animal callejero que se hizo célebre en la ciudad en la segunda mitad del siglo XIX por su frecuente presencia en las tertulias y corridas de toros de la época.
La escultura, realizada por el escultor Rodrigo Romero y encargada a iniciativa de la Asociación Nuevo Rastro de Madrid y la Asociación de Comerciantes del Barrio de Las Letras, se ha colocado en la calle Huertas y ha sido estrenada aprovechando la festividad de San Antón, patrón de los animales, y el alcalde ha augurado que se convertirá en «un nuevo icono» de la ciudad.
La historia del perro Paco
El perro Paco (cuya historia cuenta más en profundidad Santiago Gómez-Zorrilla en Gran Madrid) se hizo famoso por frecuentar el Café de Fornos, punto de reunión de intelectuales de la época como Azorín, Manuel Machado o Pío Baroja. Allí fue donde conoció al marqués de Bogaraya, lo que le abrió las puertas del Madrid más noble y sus círculos.
También era habitual encontrarlo en la plaza de toros, donde solía saltar al ruedo para deleite de los asistentes. Fue precisamente allí donde se le pudo ver por última vez: en el verano de 1882 la estocada de un torero acabó con su vida y, tras permanecer expuesto un tiempo en una taberna de Madrid, fue enterrado en una ubicación que no está del todo clara a día de hoy.
Lo que es seguro es que el perro más famoso de Madrid ha vuelto a las calles para quedarse, esta vez en forma de estatua de bronce fundido. La obra es del escultor Rodrigo Romero y se puede encontrar en la calle de las Huertas, 71. A los pies (o mejor dicho, las patas) del animal se puede leer la inscripción: «Al perro Paco: perro castizo y único de la historia local de Madrid, amigo de literatos, artistas y personalidades de finales del siglo XIX»