Benito Pérez Galdós (Las Palmas de Gran Canaria, 10 de mayo de 1843-Madrid, 4 de enero de 1920), fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español.
Se lo considera uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo xix, no solo en España, y un narrador capital en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser propuesto por varios especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes.
Transformó el panorama novelesco español de la época,apartándose de la corriente romántica en pos del naturalismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Pérez Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano, y con «su intuición serena, profunda y total de la realidad» se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, «artísticamente transformado». De ahí que «desde Lope ningún escritor fue tan popular, ninguno tan universal desde Cervantes». Fue académico de la Real Academia Española desde 1897.
“¡Oh el Rastro!”, se admira Galdós. Allí comprendió la ley del despojo social y del último giro de la vida. Y qué decir de sus calles adyacentes, la de Rodas, donde comienza el episodio de Los duendes de la Camarilla. Embajadores, las Peñuelas, donde conoció y trató al famoso Cojo de las Peñuelas, personaje imponente de la Milicia Nacional en los tiempos revolucionarios; o la del Turco, donde dieron alevosa muerte al general Prim.
Y así desde las Vistillas al Hospital, desde las Injurias a las Peñuelas y desde San Cayetano a San Sebastián, el joven novelista escuchaba al bajo pueblo de Madrid apropiándose de su lenguaje chulesco, porque la característica del lenguaje de Madrid ha sido la invención continua de nuevas voces o modismos.